Tierras comunales en desaparición (Turquía): el hogar es ahí donde tengas tu ‘yurt’
Fuego
Las cabras trashumantes preservan los caminos tradicionales, dejando tras de sí los arbustos estrictamente necesarios para su posterior renovación natural, al tiempo que dispersan semillas en vastas zonas por medio de sus heces. Abren corredores mientras caminan a través de los bosques de pino, se comen gran parte de la vegetación inflamable y protegen a la sociedad en su totalidad. Y, a pesar de todo, se les culpa de los fuegos incontrolados, que, de hecho, ¡mantienen controlados! Emplear a las cabras como chivos expiatorios ¿no es irónico? ¿No será acaso que los fuegos y la erosión de dichas zonas, por no mencionar la sequía y desertificación, son de hecho producto de los obstáculos impuestos al pastoreo trashumante?