Santiaguco y el reparto de tareas

Santiaguco y el reparto de tareas
1993/95. Mujer pasiega ordeñando en el establo de su cabaña en las primeras horas del día (Vega de Pas, Cantabria) © Elena Flores

Santiaguco y el reparto de tareas

Santiaguco opina que el oficio de vaquero es muy duro, y que era necesaria la colaboración de toda la familia, repartiendo el trabajo entre hermanos y hermanas por igual, aunque las mujeres se ocupaban además de la casa. También cooperaban en ocasiones otros familiares y vecinos, y si alguien pasaba por apuros podía estar seguro de contar con el apoyo necesario, incluso económico.

—«Se hacía un préstamo a muchos jóvenes, al matrimonio, pero sin papeles, con la palabra ¡que aquí tiene mucho valor!».

La mujer pasiega: la desigual distribución del trabajo

La mujer pasiega es el eje fundamental de la unidad de producción, la finca, encargándose en exclusividad de las tareas de la casa y compartiendo las tareas del campo. No obstante su papel imprescindible en el éxito de la empresa familiar, no tiene reconocido su trabajo y, al contrario, está invisibilizada, recluida gran parte de su vida en la cabaña, con un significativo aislamiento social. Las actividades sociales y lúdicas, quedan claramente del lado masculino.

Más allá de su desconsiderado papel productivo y, en relación a su rol familiar, también la mujer pasiega carga con el trabajo de los cuidados, pendiente de cuidar a su esposo y a sus hijos e hijas, y descuidándose a sí misma, lo cual se refleja en una desventaja en la salud femenina frente a la masculina en esta población.