Protección de la selva tropical y derechos de los pueblos indígenas,
En el siglo XXI, se extienden las terribles paradojas de una conservación fundamentalista, que, en nombre de la conservación de la naturaleza, expulsa a pueblos indígenas de sus tierras ancestrales, donde han vivido de forma sostenible durante generaciones. Como consecuencia de ello, diferentes grupos indígenas, como los pigmeos se encuentran peligro de desaparición involuntaria.
Los antecesores de los pigmeos fueron los primeros humanos que ocuparon permanentemente la selva tropical africana hace unos 20.000 años y su singularidad biológica representa una adaptación extrema a ese ecosistema.
Viven de la caza y recolección, combinada con una relación simbiótica con grupos de agricultores con los que durante generaciones han intercambiado su trabajo por cosechas, hierro y cerámica. La creación de áreas protegidas en el sudeste de Camerún les está arrebatado progresivamente la posibilidad de acceder a sus tierras ancestrales, obligandoles a una emigración forzosa. Ahora sufren acoso y arrestos en nombre de la conservación de la naturaleza, por querer mantener su estilo de vida tradicional en sus territorios.