Posición, lugar y manejo del parto
Las sillas parteras se realizaban con las diferentes materias primas que abundaban en cada zona, lo que condicionaba sus precios de compra o de alquiler. Las de barro fueron más utilizadas por familias rurales de pocos recursos. Las familias más pudientes podían alquilar algún sillón de parto a las cofradías religiosas locales, o disponer de una silla propiedad familiar, como narra Miguel Delibes en su novela El Hereje al describir un parto de familia acomodada que la narración sitúa en el Valladolid del siglo XVI.
Foto, Clara Sánchez