Otras formas de vida (España): silenciosamente conservamos, pues con nuestro trabajo los pastos crecen
Otras formas de conservación
En la actualidad, algo más de cien ganaderos organizados en tres juntas o asociaciones, cada una competente sobre un territorio comunal distinto de estas tierras altas, mantienen el aprovechamiento consuetudinario de estos pastos, que se extienden a lo largo de casi 40.000 hectáreas. La organización comunal supone un acceso colectivo y regulado a los pastos para los ganaderos de la zona, posibilitando un acceso relativamente equitativo a los mismos, a su vez que procurando no sobreexplotarlos y mantener una cubierta vegetal hasta cotas que permitan su regeneración anual. Esto permite maximizar el aprovechamiento pastoril al tiempo que se garantiza la continuidad del socio-ecosistema y un profundo sentido del territorio para las comunidades locales que lo utilizan. A la vez, se relaciona con la conformación y el mantenimiento de la diversidad biológica a nivel local, la protección de los suelos contra la erosión y contribuye a la mitigación y adaptación al cambio climático a la vez que mantiene la productividad del territorio. En definitiva, la gestión comunal de los pastos entiende el conjunto del sistema humano y ecológico como un todo, desempeñando así un papel central en la conformación de un paisaje sostenible y resiliente.