Otras formas de vida (España): cuidando florecemos
Estas tierras altas, entre 1.400 y casi 2.000 metros sobre el nivel del mar, descansan durante la mayor parte del otoño así como todo el invierno, y florecen durante la primavera y el verano, siendo entonces alcanzadas por los ganaderos y sus rebaños de ovejas, cabras, vacas y caballos, entre mediados de mayo y mediados de noviembre, a través de un movimiento colectivo conocido como trashumancia, que a veces implica incluso familias enteras y que coloquialmente se llama «verea». De hecho, en primavera se benefician de importantes influencias mediterráneas, que con el derretimiento de las nieves en abril y el incremento de las precipitaciones y las temperaturas desde ese momento, favorecen el crecimiento exponencial de los pastos y el florecimiento que tanto atraen a los rebaños.
Pero nadie, además de los ganaderos, puede presentar mejor estos sistemas comunales que quienes han estado estudiándolos durante años.