Objetivo 10: Reducción de las desigualdades
A pesar de los avances en la lucha contra la pobreza, siguen existiendo desigualdades y grandes disparidades en el acceso a los servicios sanitarios y educativos y a otros bienes productivos. Además, el crecimiento económico no es suficiente para reducir la pobreza, si este no es inclusivo ni tiene en cuenta las dimensiones económica, social y ambiental.
Las fotos muestran algunas consecuencias de la desigualdad: en la de arriba, tres mujeres posan en su vivienda de una sola estancia en una aldea de un país norteafricano; la estancia sirve de cocina, dormitorio y cuarto de estar, y carece de luz eléctrica, agua corriente o cuarto de baño. La foto de abajo es de un cuarto de estar en una vivienda de una familia europea de clase media, con espacios separados para cocina y dormitorios, y con luz eléctrica, agua corriente, cuarto de baño y multitud de objetos de ocio, cultura y consumo en general.
El avance en la reducción de la desigualdad, tanto dentro de los países como entre ellos, ha sido desigual, aunque de 2008 a 2013, el ingreso -o el consumo per capita- del 40% más pobre de la población mejoró con mayor rapidez que el promedio nacional en 49 de los 83 países sobre los que se tienen datos (que suponen tres cuartas partes de la población mundial).
Algunas de las metas del Objetivo 10 (Reducir la desigualdad en y entre los países) para 2030 son mantener ese mencionado crecimiento, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, adoptar políticas, especialmente fiscales, salariales y de protección social, mejorar la reglamentación y vigilancia de las instituciones y los mercados financieros mundiales, o facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables.