Nueve años de reducción de la esperanza de vida
El deterioro de las condiciones básicas de vida y el desplome del sistema público de salud iraquí determinaron incrementos espectaculares de la mortalidad en todos los segmentos de la población iraquí de ambos sexos: entre los recién nacidos y los menores de cinco años, en enfermos y enfermas crónicos y en personas mayores, también en las mujeres embarazadas.
Como consecuencia de ello, la esperanza de vida al nacer se redujo en Iraq de 66 años en 1989 a 57 en 1994, nueve años en el primer lustro de sanciones, de tal manera que la esperanza de vida de la niña de la imagen se aproximaba ya a la de su abuela.