La mortalidad materna se multiplica por 2,5

La mortalidad materna se multiplica por 2,5
2001. Madre chií e hija en un mercado de barrio bagdadí. Fotografía: Carmen Secanella © Zoom

La mortalidad materna se multiplica por 2,5

Los problemas generales de salud y el deterioro del sistema público iraquí afectaron particularmente a las mujeres iraquíes, muy especialmente en relación con el embarazo y el parto. Según datos de UNICEF, entre 1989 y 1999 la tasa de mortalidad durante el parto pasó de 117 a 294 mujeres fallecidas por 100.000 nacidos vivos, es decir, se multiplicó por 2,5, convirtiéndose en la primera causa de muerte de las mujeres iraquíes entre 19 y 45 años. Tal incremento en la incidencia de mortalidad materna se debió a la desnutrición de las mujeres embarazadas, la anemia crónica, el aumento de partos con complicaciones y la limitación de recursos materiales para una atención obstétrica adecuada, desde medicamentos, material quirúrgico y suturas a anestesia.

La provisión de tabletas de hierro (frente a la anemia ferropénica) y ácido fólico (cuya carencia provoca muerte y malformaciones fetales) estaba muy por debajo de las necesidades: solo la cuarta parte de las mujeres embarazadas las recibían. El porcentaje de mujeres vacunadas durante el embarazo contra el tétanos se redujo al 70%. 

Asimismo, el incremento en la prevalencia de tuberculosis (un indicador muy sensible de las condiciones generales de vida, no solo sanitarias) afectó también especialmente a la mujer. Según la OMS, los casos de tuberculosis se habían multiplicado por cinco entre 1992 —dos años después del inicio de las sanciones— y 1996. Ese año la tuberculosis femenina era la mitad de la masculina. En 1996 la prevalencia en cada sexo era ya aproximadamente igual; es decir, que mientras esta enfermedad se incrementó tres veces en los hombres, en las mujeres se multiplicó casi por ocho en ese período. En 1999 la tasa de tuberculosis en ambos sexos había aumentado hasta la correspondiente a la registrada en el país 30 años atrás.