La interrelación entre el Objetivo 6 y el resto de ODS
La interrelación entre el Objetivo 6 y el resto de los 16 ODS es francamente impresionante: veamos y sigamos el interesante esquema superior, creado por la ONG Ingeniería para el Desarrollo Humano (ONGAWA), que evidencia como el agua limpia y el saneamiento están relacionados con todos los demás. Ambos aparecen explícitamente nombrada en los siguientes objetivos:
ODS 3: Salud y bienestar: «3.3 […] enfermedades transmitidas por el agua; 3.9 […] muertes debidas a la contaminación del agua […]».
ODS 4: Educación de calidad: «4.a.1 […] escuelas con acceso a saneamiento básico […]e instalaciones básicas para lavarse las manos».
ODS 5: Igualdad de género: «11.5 […] muertes causadas por los desastres, incluidos los relacionados con el agua […]».
ODS 12: Producción y consumo responsable: «12.4 […] reducir la liberación al agua de productos químicos y desechos […]».
ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres: «15.1 […] conservación, restablecimiento y uso sostenible de ecosistemas interiores de agua dulce […]».
Pero el agua es mucho más que esa referencia escrita, y a modo de conclusión de la exposición temporal, se quiere dejar en la memoria de los lectores las siguientes afirmaciones:
-el agua es vital para erradicar la pobreza;
-es fundamental en la producción de alimentos y en la lucha contra la malnutrición (especialmente la infantil);
-el agua potable y accesible aumenta la calidad sanitaria;
-el agua potable en los jóvenes ayuda a mejorar los resultados escolares;
-el acceso al agua potable permite mejorar la vida de mujeres y niñas al dedicar más tiempo a su desarrollo personal y, con el saneamiento, a preservar su derecho a la intimidad;
-el agua produce energía necesaria para el desarrollo de los países pobres;
-el uso frecuente de agua potable y el saneamiento mejoran las condiciones en el trabajo y el crecimiento económico de los países;
-el agua es clave para el desarrollo industrial (la mayor parte de la industria necesita su uso en la mayor parte de los procesos y en la gestión de las instalaciones);
-el uso del agua y el saneamiento permite la inclusión social de la población más pobre a través de la mejora de la higiene y la salud e iguala, de esta forma, a todas las clases sociales;
-las ciudades y las comunidades son sostenibles cuando, entre otros principales, se hace una correcta gestión del agua y el saneamiento;
-el agua usada para producir bienes y alimentos procesados, reutilizada y tratada, mejora la calidad de vida de la población y el medio ambiente;
-el agua es un factor clave en la lucha contra el cambio climático a través de su gestión sostenible y la preservación de los ecosistemas hídricos naturales (ríos, lagos, estuarios, aguas subterráneas) que tanto influyen en el ciclo hídrico y en la regulación natural de las masas de agua frente al calentamiento global;
-la calidad del agua que se vierte a los mares y océanos influye en la biodiversidad de los ecosistemas marinos, especialmente en los costeros que son los más vulnerables;
-el agua, superficial y subterránea, es pieza clave en la preservación de multitud de ecosistemas terrestres, especialmente las zonas húmedas y sistemas asociados (bosques);
-el agua es fuente de intereses que bien gestionadas favorecen la paz, la justicia y fortalece las instituciones que tienen competencias con ella;
-finalmente, el agua compartida entre países debe y puede permitir crear fuertes lazos y mejorar la convivencia, así como igualar, las relaciones entre los países pobres y los desarrollados.
El agua es el «vital líquido», como se dice frecuentemente en las zonas rurales de Guatemala y México, imprescindible para la vida huma y un Derecho Humano declarado y obligado por los Estados. Toda la biota terrestre y nuestro destino están ligado a su cuidado y sostenibilidad futura. En definitiva, sin agua no hubiésemos existido ni existiremos, cuidémosla y apoyemos las Metas del Objetivo 6 de los ODS: «Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos».