Identidad y territorio

Identidad y territorio
En Segovia los campanarios destacan y marcan barrios, con la catedral en lugar preeminente © Paz Cabello

Identidad y territorio


La elevación de las campanas en torres permitió proyectar su sonido a mayor distancia y aumentar el número y tamaño de las campanas, ampliando su capacidad sonora, de comunicación e identitaria. Su alcance sonoro marca un territorio definiendo su población, la ciudad o el barrio, confiriendo identidad al colectivo que reconoce sus timbres, ya que las campanas están diseñadas para ser oídas por un colectivo y nunca solas o por un pequeño círculo como sucede con otros instrumentos músicos.

En una ciudad las campanas suenan ordenadamente un campanario tras otro, dominando siempre la de la catedral. Campanario y campanas forman un instrumento único y versátil capaz de acordar sonidos musicales y de trasmitir mensajes codificados a una población que reconoce sus tañidos y sabe a qué grupo de personas afecta; mensajes que pueden ser entendidos de manera intuitiva sin conocer las claves debido a las emociones primarias que despiertan: alegría en toques de fiesta, de tristeza en toques de difuntos, alerta y sorpresa mediante toques breves; peligro y miedo los vemos en los tentenublos avisadores de tormentas y en el toque de fuego; ira e inquietud, en el toque de alarma.