Garlitos

Garlitos
2012. Jesús Sanz haciendo un garlito. Foto: Emilio Blanco © Emilio Blanco

Garlitos

El garlito es un curioso artefacto hecho tejiendo vegetales domados y manejados hábilmente. Entrañable y tradicional, este objeto habla por sí solo de un pasado remoto, es arte y a la vez artesanía, utilidad e ingenio.

Se trata de un cesto laxo de juncos entrelazados, utilizados antiguamente para la pesca en arroyos y pequeños cauces. Está formado por una parte cónica o cuerpo llamada «alma» y una parte basal redondeada llamada «muerte», por donde el pez entraba y quedaba atrapado. Para pescar se colocaban en los arroyos contracorriente, por donde ascienden los peces en la época de la freza primaveral.

De uso generalizado en la península Ibérica y especialmente, que nosotros sepamos, en la zona centro de ambas Castillas, eran construidos siempre con materiales vegetales blandos o con mimbres remojados, tomados de las riberas de los ríos y lagunas, materiales siempre muy flexibles, como el junco fino de la imagen. También se usaban otros tipos muy similares para el medio marino, por ejemplo, en Baleares (Menorca), hechos con cañas rajadas u otros materiales y con el nombre más generalizado de nasas.

A pesar de su sencillez, la técnica para realizarlo —que ya muy pocos conocen— es compleja y resulta muy difícil de aprender, por la habilidad necesaria del movimiento de los dedos y el manejo de la fibra.

Las fotos corresponden a la provincia de Segovia, localidad de San Martín y Mudrián, donde se hacían siempre con el junco fino (Juncus inflexus). Perdura en la memoria del pueblo el topónimo «La Garlitera», que es un paraje alejado del término.

Tuvimos la suerte de conocer al vecino y amigo Jesús Sanz Andrés, que aparece en la foto, que sabía hacerlos y que generosamente los hacía cuando se los encargaban. Lo aprendió a hacer de Cesáreo, su padre. Él nos contó muchas cosas de los garlitos en pequeños ratos de conversación:


«[…] solo vale el junco fino, era el mejor, no se parte, se colocaba contracorriente en el río en la época de desbogue de los peces, en marzo, le llamábamos las subidas de San José. Hay que coger los juncos bien largos, …cada vez hay menos de estos juncos finos largos y es más difícil encontrarlos, se mantienen a remojo en verde. Primero se hace el alma, luego se prepara la muerte, que es la pieza del frente por donde entran los peces. Al final se pone un tapón de ova o espadaña en el extremo del cesto y se ata con otro junco para que no se salgan los peces. Se cogían sobre todo bermejuelas, «peces» y tencas. Se usa ban solo para la temporada, cada año se tiraban y se solían fabricar nuevos para el año siguiente. Antes los hacían todos los chavales en el pueblo. Había muchos más peces que ahora, […] se cogían muchísimos, que fritos estaban buenísimos, ya no lo hay apenas.»

Mi más sincero agradecimiento a Jesús fallecido en enero de 2023, a los 70 años de edad: es persona que perdurará siempre en nuestra memoria.