Envejecimiento saludable y duración potencial de la vida

Envejecimiento saludable y duración potencial de la vida
1997. Pobladura de la Sierra, León. Últimas generaciones de labradores jubilados, pero activos en sus pequeños huertos, que continuaron viviendo en sus pueblos de manera autónoma. La posibilidad de conservar una fuerte relación social del grupo, unido a la actividad física destinada al cuidado de los huertos, permitieron el mantenimiento de sus necesidades sociales y de sus capacidades funcionales, visibles en sus procesos de envejecimiento saludables. Así, en la provincia de León la esperanza de vida en buena salud está tres puntos por encima de la media del conjunto de España ©AEEH

Envejecimiento saludable y duración potencial de la vida

El envejecimiento biológico y la muerte son hechos inevitables, pero la manera de envejecer y de retrasar o evitar la aparición de enfermedades está íntimamente ligada con el ambiente en el que transcurren los ciclos vitales. La duración potencial de la vida es una característica específica estimada en 110±15 años, que se ha mantenido constante desde nuestra aparición como especie. La duración real es un rasgo individual, cuyo indicador es la edad de muerte. La esperanza de vida al nacer es un indicador poblacional, referido a personas nacidas el mismo año, y su estima es compleja, basada en las tasas específicas de mortalidad por grupo de edad, lo que permite estimar la edad promedio que alcanzarían los miembros de una generación si las condiciones de mortalidad de la población evaluada se mantuvieran constantes. La esperanza de vida ha oscilado entre 20 y 50 años durante la mayor parte de nuestra historia, y casi se ha  duplicado desde el del inicio del siglo XX.

La vejez es el último periodo de la vida, que se inicia a los 65 años. El envejecimiento individual es un proceso multifactorial que tiene lugar durante esa última etapa y se caracteriza por la disminución progresiva de la capacidad funcional en todos los tejidos y órganos del cuerpo y por el aumento del  riesgo de padecer enfermedades que constituyen las principales causas de muerte entre las personas ancianas. El Informe Mundial sobre Envejecimiento y Salud de 2015 de la OMS definió «envejecimiento saludable» como el proceso que permite el bienestar en la vejez, porque fomenta y mantiene la capacidad funcional de órganos y sistemas. El envejecimiento reproductor en las mujeres no solo pierde funcionalidad al envejecer, sino que cesa su función, y se ha sugerido que la transformación detectada en los indicadores de la su vida reproductiva también puede estar influyendo en los procesos globales de envejecimiento de las mujeres.

En la Agenda 2030 se define la vejez como una etapa vulnerable, abordando el tema de manera dispersa por sexo y edad en numerosos metas y ODS, si bien con tan solo tres únicas referencias explícitas a las personas de edad: una del ODS2 («Hambre cero», meta 2.2) y dos del ODS11 («Ciudades y comunidades sostenibles», metas 11.2 y 11.7, relativas a sistemas de transporte, y acceso a zonas verdes y a espacios públicos seguros).

OMS considera necesario transformar la actual al envejecimiento y los sistemas de salud, pasando de los modelos curativos centrados en la enfermedad a una atención integrada y centrada en la personas mayores. Eso requiere incorporar mejores formas de medir y monitorear la salud y el funcionamiento de las poblaciones de edad  que permita tener en cuenta la diversidad de las poblaciones de edad y combatir las inequidades que a menudo subyacen al envejecimiento. Para ello ha establecido el periodo 2020-2030, como la «Década del envejecimiento saludable». [Cristina Bernis]