Ecosistema humano, marco para evaluar los determinantes de salud
La salud ambiental modula la salud de las poblaciones y de los individuos a través de la interacción entre los tres componentes del ecosistema humano, abiótico, biótico y cultural.
Lo que en su informe Lalonde llamó medio incluye los medios abiótico y biótico, mientras que los estilos de vida forman parte del ambiente cultural, el que se transforma con más rapidez y tiene mayor capacidad de modificar los otros dos componentes ambientales, tanto voluntaria como involuntariamente.
Los conjuntos de biodiversidad con los que convivimos constituyen el medio biótico, con cuyas especies establecemos relaciones que pueden condicionar, entre otras cosas, nuestro estado de salud nutricional y el riesgo de contraer enfermedades infecciosas.
El medio abiótico integra territorio, agua y atmosfera, donde viven las diferentes especies, y proporciona elementos esenciales para la vida como el agua y el oxígeno, generando las condiciones ambientales esenciales para la salud, tales como el clima y la luminosidad. La presencia de determinadas especies nocivas o de polutantes fisicoquímicos aumenta la morbi-mortalidad respiratoria y cardiovascular.
Finalmente, el medio cultural actúa como tampón entre la salud humana y los componentes bióticos y abióticos del medio, protegiendo o generando situaciones que modulan el estado de salud biológica y emocional de individuos y poblaciones, siendo la pobreza el principal peligro ambiental.