Campaneros
El campanario es un curioso instrumento musical: campanas y campaneros cuelgan del muro si es espadaña y si es torre todos están en el interior del instrumento. Los campaneros deben escalar, actuar al aire libre, contar con elementos naturales como el viento y usar según las ocasiones desde leves movimientos manuales a la fuerza de todo cuerpo para mover las campanas o arrancarles sonidos especiales.
El oficio tradicional de campanero requiere aprendizaje, memoria, habilidad y esfuerzo, tanto más cuanto más complejo sea el juego de campanas y mayor sea la tradición acumulada a preservar y trasmitir. Puede explorar sonidos, emociones musicales y nuevas formas de comunicación.
En tanto que lenguaje el sonido de las campanas puede haber perdido parte del significado que tenían pero no su capacidad de significar que puede variar y evolucionar. Su sonido ha mantenido su capacidad de llamada de atención y su persistencia todavía implica llamada convocante y su modulación permite la trasmisión de mensajes y estados de ánimo. Tampoco ha perdido su capacidad musical que, respetando tradiciones, admite la creación y la ejecución artística.
Las asociaciones de campaneros permiten un trabajo voluntario en el que pueden integrarse sectores muy diversos y vocacionales de la sociedad y permiten la obtención de un reconocimiento institucional en forma de ayudas o consultas a la vez que cohesionan la sociedad y le permiten sentimientos de identidad propios pero no excluyentes.
Los campaneros de Albaida (Valencia) tienen una escuela y un museo internacional de toque manual de campanas, el MitMac. Los campaneros de la catedral de Pamplona tocaron en varias iglesias el 21 de abril de 2018 para lograr que la UNESCO declarase Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el toque manual de campanas.