Barberos, exvotos y ritos de curación
En España hasta bien entrado el siglo XX, los barberos además del cuidado de la barba y pelo de los hombres, seguían siendo los responsables de la salud bucodental. En las normas municipales de la Sevilla islámica del siglo XI, ya se establecía que los barberos debían atender a las mujeres con problemas dentales al aire libre, nunca en recintos cerrados.
Al menos hasta los años veinte y treinta del siglo pasado, todavía recorrían los pueblos españoles anunciándose como «dentistas», a través de los pregoneros, que recitaban eficientes mensajes publicitarios, como el recogido en Oliete (Teruel), a una persona que ahora tiene noventa años, que finalizaba así: arranca dientes y muelas sin hacer miaja de mal.
Foto, Arantxa Boyero Lirón.