Armonía y belleza de un rebaño antiguo
En las numerosas pinturas de Rosa da Tivoli, de finales del siglo XVII, que representan paisajes del denominado Agro Romano, faltan completamente cabras con orejas colgantes. El verdadero nombre de este artista era Philipp Peter Roos; llegó a Italia desde Alemania en 1677, vivió en Roma comprando una casa en Tivoli en 1684/5. Lo más probable es que la mayoría de los animales pintados por el artista fuesen los que estaban en el Agro Romano en ese período histórico. En sus cuadros sobresalen cabras blancas con poderosos cuernos de sección plana, divergentes y en forma de «lira». Junto a éstas, están presentes también ejemplares con vellón de diferente color, por ejemplo blancas con la parte posterior negra (los que los actuales pastores auruncos y ciociaros definirían como cammisole), los demás tienen un pelaje oscuro o marrón con manchas blancas (crape pezziate). Seguramente, el dato más interesante es que en ninguno de los retratos del artista están presentes cabras con orejas colgantes o semicolgantes, pero todas tienen orejas erectas o semierectas.