Un rebaño de muchos colores

Un rebaño de muchos colores
2008. Michele Minchella con su rebaño de cabras. Fotografía: Dario Novellino © Dario Novellino

Un rebaño de muchos colores

Mientras que ARSIAL (Agencia Regional de Desarrollo e Innovación de la Agricultura del Lacio) propone una selección orientada hacia parámetros rigurosos, los pastores prefieren mantener un nivel más alto de variabilidad genética, para evitar la consanguinidad, al tiempo que se garantiza un rendimiento estable de la leche y se fomenta la resiliencia de las cabras en los pastizales pobres en forraje. De esta manera no se eliminan por completo de la reproducción aquellos individuos con colores y matices cromáticos diferentes. En efecto, el pastor es consciente de que la eliminación de algunos fenotípicos (por ejemplo, los colores del vellón) podría —en el futuro— disminuir la capacidad del rebaño de renovarse y recuperar nuevos equilibrios, sobre todo cuando los riesgos vinculados a la consanguinidad son reales. Seguramente, en el futuro, el éxito de la cría extensiva y semiextensiva de ganado caprino (aunque también de otro ganado) no dependerá de la pureza de la raza sino de sus resiliencia y capacidad de adaptación a las transformaciones medioambientales.