Identidad y población

La percepción del sonido de las campanas ha sufrido cambios en un corto periodo de tiempo. Asociadas a la Iglesia en una época marcada por la laicización y por el florecimiento de religiones y sectas, las campanas pueden percibirse como ajenas y haber perdido el sentido de identificación asociado a la parroquia o al municipio como unidad territorial. Han dejado de ser necesarias para marcar determinadas horas del día y señalar el ciclo anual tocando en las festividades del calendario ritual, aunque el cómputo del tiempo todavía necesita señalar acontecimientos cíclicos relevantes para un grupo.

En la imagen superior se aprecia como, bajo el campanario y la antigua campana municipal —ahora es pedanía de Luyego— de Quintanilla de Somoza, comarca de la Maragatería (León), la población celebra su fiesta bailando al son de la flauta y el tamboril e invitando a beber y bailar a los visitantes que aparecieron en sus coches. Un vecino marca el paso del baile enfrentando parejas o haciendo fila, seguido por el tamborilero.